Pez serpentiforme. La cabeza es aplanada, con la mandíbula superior prominente respecto a la inferior.
Posee un par de barbillones pequeños que utilizan para detectar los alimentos ya que su visión es bastante pobre.
Las aletas pectorales son pequeñas, en forma de abanico y muestran un punto negro en su base.
La aleta dorsal (prácticamente desaparecida) ha evolucionado hasta convertirse en una serie de radios espinosos pequeños de los cuales parte una pequeña membrana que los une al cuerpo y se esparcen prácticamente desde el último tercio del cuerpo hasta la aleta caudal. Suelen ser entre 11 y 14 radios.
La aleta caudal aparece atrofiada y prácticamente unida a la anal, esta última se ve desplazada hasta el final del cuerpo.
Como curiosidad encontramos que su vejiga natatoria actúa a modo de pulmón y se encuentra unida al intestino, de modo que aguantan hasta 4 horas fuera del agua. Esto es debido a que en su hábitat natural se encuentran con aguas muy pobres en oxígeno.
En libertad alcanzan los 90 cm de longitud, pero en acuarios es raro que sobrepasen los 40 cm.
Acuario mínimo de 100 litros y preferentemente de más de 1 metro de largo, debido a la gran longitud que alcanza.
Plantas resistentes, con sustrato blando y arenoso.
Imprescindible poner tapas al acuario ya que se caracterizan por su afición y habilidad con las escapadas.
También será necesario proveerlo de grutas, cuevas y escondites suficientes, pues son peces nocturnos y pasarán la mayor parte del día escondidos en ellas.
El acuario no ha de estar lleno del todo, necesitando un espacio mínimo para poder tomar aire de la superficie, y de paso disminuir el riesgo de escapada.
ALIMENTACION
Preferentemente alimento vivo, tales como gusanos, camarones, artemia, insectos, lombrices y pequeños peces.
También aceptan trozos pequeños de corazón de ternera, alimento congelado y si está bien adaptado aceptará sticks y pastillas de fondo sin problemas.