Gyrinocheilus aymonieri - Come algas chino

El chupa algas chino, habita en arroyos de aguas poco profundas y claras, con una fuerte corriente, utilizando su gran boca en forma de ventosa para anclarse al suelo y no ser arrastrado por esta.

La esperanza de vida para estos ejemplares es bastante longeva ya que es de un máximo de 15 años.

Con una gran boca con forma de ventosa y dos orificios justo delante de las branquias que le pemite respirar aun estando pegado a las piedras mientras se alimenta, su cuerpo presenta una forma alargada sin presentar apenas compresión lateral, de aspecto cilíndrico.

En su hábitat natural este pez es capaz de alcanzar la considerable talla de 25 a 27 cm alcanzando la madurez sexual cuando alcanzan los 12 cm, no obstante en cautividad no suele sobrepasar los 17 cm.

Estos peces necesitan un acuario provisto de raíces y troncos porque les gusta esconderse y así poder delimitar su territorio, con una iluminación moderada puesto que son nocturnos, el tamaño de este deberá ser de un mínimo de 90l ya que alcanzan una talla bastante considerable y además tienen un carácter territorial bastante considerable. 

La temperatura para mantenerlos deberá estar comprendido entre los 24 y los 28ºC, ya que si es inferior dejará de alimentarse de las algas.

No es un pez que exija mucho, con un ph 6.5 y 7.5 y un gh 12ºd será perfecto para él.

Es vegetariana, alimentándose de toda clase de vegetales desde el pepino hasta la lechuga pasando por los guisantes, también le gusta el musgo de java, pastillas de fondo con base vegetal y por supuesto de algas.

Muy territorial al llegar a la madurez sexual, mientras que en la infancia y la adolescencia forma grupo con otros individuos de su misma especie. pero una vez alcanzada la madurez se distanciara y defenderá su territorio con bastante fiereza defendiéndolo de cualquier pez que se acerque, por lo que no es recomendable mantenerlo con corys, plecostomus o cualquier otro pez de fondo. su instinto es tan fuerte que incluso al acercarse al acuario y estar en su escondite sacan la cabeza y se muestran desafiantes hacia uno mismo.