Como todos los silúridos el pez gato de cristal tiene un cuerpo esbelto, que adelgaza progresivamente de la cabeza a la cola. En la naturaleza alcanza los 15 cm. de longitud, pero en cautiverio no sobrepasa los 10 cm. Es alargado y algo aplastado por los lados, y tiene la cabeza pequeña igual que los ojos. Su boca, a veces bastante grande, contiene un largo barbillón a cada lado en el labio superior que puede extender hacia delante. La aleta anal es bastante larga y la cola está dividida en dos, siendo la parte inferior un poco más larga.
Sin embargo, la característica más destacable de este pez es, sin duda, su transparencia, que en el medio natural utiliza como protección ante los depredadores, camuflándose entre la vegetación. Gracias a esta particularidad el esqueleto puede verse claramente así como algunos de sus órganos internos. A veces, pueden tener suaves tonalidades doradas o presentar iridiscencias metálicas por todo el cuerpo cuyo color varía según la incidencia de la luz. La cabeza, la única parte del cuerpo que no es transparente, es plateada.
Es un pez muy pacífico y gregario. Odia la soledad y vive en pequeños grupos de individuos de su propia especie. Es muy tranquilo y a menudo estático, ya que puede permanecer bastante tiempo en la misma zona casi sin moverse. Cuando duerme se coloca en diagonal junto a una rama o planta, con la cabeza hacia arriba, para que su espina se confunda con el entorno. Nada lentamente en zonas intermedias.
Este siluro necesita un acuario grande y amplio, de 80 a 100 cm. de longitud para un grupo de 6 ejemplares, con vegetación abundante para que puedan esconderse y refugiarse. También se pueden incluir algunos troncos y plantas flotantes como decoración.
La iluminación debe ser media o estar parcialmente cubierta por la vegetación para suavizarla, y la temperatura debe ser estable y adecuada, entre 20 y 25ºC. La dureza del agua ha de mantenerse en 10ºdGH y el ph neutro, entre 6,5-7,5.
El gato de cristal es omnívoro. Puede comer alimentos frescos o secos aunque prefiere alimentos vivos, que habrá que incorporar a su dieta de manera habitual. La comida debe ser de alta calidad, puesto que son bastante delicados.
Es un pez bastante sensible. Debe vivir en compañía ya que la soledad le afecta mucho, pudiendo incluso conducirle a la muerte. También hay que tener cuidado con la temperatura y evitar los cambios bruscos. Por último, es necesario vigilar y mantener el acuario limpio y en perfecto estado, ya que es propenso a ciertas enfermedades como la del punto blanco y la micosis.
La esperanza de vida del siluro de cristal en condiciones óptimas puede variar de 5 a 7 años.